Opiniones
29 Octubre 2011, 8:58 PM
Hedor a Duquesa
Interesante que un superbasurero tenga el nombre de
Duquesa, porque no hay cosa más inmunda que la nobleza. Así lo ha
develado la investigación histórica. El Vertedero de Duquesa no es solo
basura, por lo que allí se vierte y se deja de verter. Cierto que allí
las toneladas de cosas putrefactas e inservibles se acumulan en
dimensiones colosales, emanando olores nauseabundos.
Cierto que allí dejan de llegar, por insignificantes deterioros de sus cortas rutas de acceso, enormes cantidades de basura que se quedan esparcidas en esquinas, depósitos improvisados, callejones y barriadas; contaminando el ambiente urbano; cultivando microbios, esparciendo hedores y provocando innumerables problemas de salud individual y colectiva.
Lo que llega a Duquesa es podredumbre concentrada y maltratada, y lo que se queda en la Ciudad Capital es podredumbre fragmentada y esparcidas “Revolución en la salud” llama Leonel a ésta y otras agresiones peores
Duquesa es, además, gerenciada por una especie de basura humana agrupada en el “cártel de la basura”, el cual opera impunemente desde las 4 alcaldías del Gran Santo Domingo y desde empresas contratadas dolosamente para ese servicio público.
El robo mayor tiene que ver con el pesaje sobre-abultado de la basura, entre complicidades mayores en las que no hay fronteras claras entre corruptos y corruptores, empresarios y autoridades municipales. No se si la dimensión del atraco a la sociedad por esa asociación de malhechores estatales y empresariales podría ser registrada por auditoria alguna. Pienso que no.
Esta Duquesa es tan inmunda como aquella nobleza.
Basura capital y capital basura. Con ínfulas en sus decires, hedores y mediocridades, realmente insoportables e inservibles.
¿Hasta cuándo soportarla sin convertir el asco y la indignación que nos provocan en rebeldía multitudinaria?
¿Hasta cuándo seguir sumando basura sobre basura cada cuatro años?
Cierto que allí dejan de llegar, por insignificantes deterioros de sus cortas rutas de acceso, enormes cantidades de basura que se quedan esparcidas en esquinas, depósitos improvisados, callejones y barriadas; contaminando el ambiente urbano; cultivando microbios, esparciendo hedores y provocando innumerables problemas de salud individual y colectiva.
Lo que llega a Duquesa es podredumbre concentrada y maltratada, y lo que se queda en la Ciudad Capital es podredumbre fragmentada y esparcidas “Revolución en la salud” llama Leonel a ésta y otras agresiones peores
Duquesa es, además, gerenciada por una especie de basura humana agrupada en el “cártel de la basura”, el cual opera impunemente desde las 4 alcaldías del Gran Santo Domingo y desde empresas contratadas dolosamente para ese servicio público.
El robo mayor tiene que ver con el pesaje sobre-abultado de la basura, entre complicidades mayores en las que no hay fronteras claras entre corruptos y corruptores, empresarios y autoridades municipales. No se si la dimensión del atraco a la sociedad por esa asociación de malhechores estatales y empresariales podría ser registrada por auditoria alguna. Pienso que no.
Esta Duquesa es tan inmunda como aquella nobleza.
Pero hay más.
Este Estado está repleto basura humana con emanaciones mucho más
fétidas: a todo lo largo y ancho del Palacio Nacional, del Congreso, del
sistema judicial, de la Policía Nacional, las FFAA, la DNI, la DNCD,
las corporaciones empresariales, el sistema financiero; del manejo
estatal y privado de la salud la educación y el transporte; del reparto
territorial, el turismo y la minería.
Basura y operaciones que en podredumbre superan a miles de Duquesa, impregnada de soberbia, desfachatez y prepotencia.
Basura parlante.Basura capital y capital basura. Con ínfulas en sus decires, hedores y mediocridades, realmente insoportables e inservibles.
¿Hasta cuándo soportarla sin convertir el asco y la indignación que nos provocan en rebeldía multitudinaria?
¿Hasta cuándo seguir sumando basura sobre basura cada cuatro años?
Comentarios
Publicar un comentario